domingo, 24 de octubre de 2004

LUCES Y SOMBRAS

Llego a León invitado por una institución de promoción económica para hablar sobre exigencias de personal en las diferentes normativas autonómicas y lo primero que veo en el periódico es que los empelados de una residencia pública de Ponferrada anuncian una manifestación para el día siguiente en petición de un aumento de plantilla. Antes de salir de Barcelona me llegaba la noticia de la estimación parcial por parte de la Audiencia Nacional del recurso contra el convenio colectivo nacional presentado por FEDERTE. Todo ello una semana después de las jornadas de Inforesidencias.com en Madrid en las que el mediador Angel Toña explicó por qué propuso para los empleados de una residencia en Álava un aumento del 120% de sueldo y una reducción de jornada causando la sorpresa de la mayoría de los presentes (directores de residencias) y la indignación de un representante de la administración guipuzcoana que no dudó en acusar a Toña de lanzar un torpedo bajo la línea de flotación del sistema de protección social público.

Son elementos sueltos que convergen en algo que se empieza a plantear como un serio reto para el sector en el futuro próximo. Los recursos humanos en las residencias.

En las mismas jornadas de inforesidencias.com se pasó una encuesta entre el centenar de asistentes para conocer cuáles eran, a su parecer los mayores problemas que afrontaban en el día a día. El resultado fue que el encontrar y mantener personal adecuado para la residencia está incluso por encima de la cobertura de las plazas.

Ante esta situación, no hace falta ser un genio para ver que la única respuesta posible ante la incertidumbre que se aproxima es una actuación común y coordinada de todo el sector de las residencias en España.

Que esta actuación común venga de la convergencia en una única entidad de todas las patronales existentes o de una especie de unión de “facto” en forma de entidad no patronal (de ambas opciones se habla desde diferentes foros), no es lo más relevante. Lo que está claro es que lo que une a las diferentes patronales existentes es mucho más fuerte que lo que las separa y que seguir por caminos diferentes sólo hará que los interlocutores que se encontrarán en diferentes mesas (ya sean sindicatos en unas o administraciones en otras).

La campaña para la reducción del IVA en la que participan la Federación Nacional, AESTE y Lares parece un paso en la buena dirección. ¿Habrá más?

Algo que importará a las residencias geriátricas de León y de toda España, sin duda.

sábado, 16 de octubre de 2004

PROBLEMAS CON EL PERSONAL EN RESIDENCIAS

Llego a León invitado por una institución de promoción económica para hablar sobre exigencias de personal en las diferentes normativas autonómicas y lo primero que veo en el periódico es que los empelados de una residencia pública de Ponferrada anuncian una manifestación para el día siguiente en petición de un aumento de plantilla. Antes de salir de Barcelona me llegaba la noticia de la estimación parcial por parte de la Audiencia Nacional del recurso contra el convenio colectivo nacional presentado por FEDERTE. Todo ello una semana después de las jornadas de Inforesidencias.com en Madrid en las que el mediador Angel Toña explicó por qué propuso para los empleados de una residencia en Álava un aumento del 120% de sueldo y una reducción de jornada causando la sorpresa de la mayoría de los presentes (directores de residencias) y la indignación de un representante de la administración guipuzcoana que no dudó en acusar a Toña de lanzar un torpedo bajo la línea de flotación del sistema de protección social público.

Son elementos sueltos que convergen en algo que se empieza a plantear como un serio reto para el sector en el futuro próximo. Los recursos humanos en las residencias.

En las mismas jornadas de inforesidencias.com se pasó una encuesta entre el centenar de asistentes para conocer cuáles eran, a su parecer los mayores problemas que afrontaban en el día a día. El resultado fue que el encontrar y mantener personal adecuado para la residencia está incluso por encima de la cobertura de las plazas.

Ante esta situación, no hace falta ser un genio para ver que la única respuesta posible ante la incertidumbre que se aproxima es una actuación común y coordinada de todo el sector de las residencias en España.

Que esta actuación común venga de la convergencia en una única entidad de todas las patronales existentes o de una especie de unión de “facto” en forma de entidad no patronal (de ambas opciones se habla desde diferentes foros), no es lo más relevante. Lo que está claro es que lo que une a las diferentes patronales existentes es mucho más fuerte que lo que las separa y que seguir por caminos diferentes sólo hará que los interlocutores que se encontrarán en diferentes mesas (ya sean sindicatos en unas o administraciones en otras).

La campaña para la reducción del IVA en la que participan la Federación Nacional, AESTE y Lares parece un paso en la buena dirección. ¿Habrá más?

PLAZAS LIBRES EN RESIDENCIAS

Últimamente, cada vez que hablo con un propietario de residencia sale a la conversación el que, por primera vez en mucho tiempo, casi todos los centros tienen plazas vacantes. Quizá esto es más cierto en capitales como Madrid o Barcelona, pero es algo que se va extendiendo por otras ciudades.

Es cierto que se está produciendo la apertura casi simultánea de todas las residencias que se proyectaron hace unos cinco años, cuando la opinión dominante era que debían construirse establecimientos de alta calidad en las capitales de provincia, pero también lo es que, muchas de las personas que hoy hubiesen sido clientes de una residencia, murieron a causa de la guerra civil por lo que, durante unos años y, por motivos puramente demogràficos, se produce una pasajera contracción de la demanda.

También influye en la situación actual el que algunas comunidades autónomas embarcadas en proyectos de aumento de la cobertura pública (léase “plan velocidad”, “sistema alemán”, “plan 9.000” o “Acogimiento residencial”) se planteen hacer reajustes en el más tradicional sistema de concierto, lo que para muchas residencias asentadas supone una reducción en un tipo de ingresos que ya se consideraban seguros.

Un síntoma de la preocupación existente es la convocatoria que hace la patronal catalana ACRA a todos sus asociados a una reunión que lleva por título “¿Está en peligro el futuro de nuestro sector?”. Otro, el gran movimiento que se produce en las estructuras accionariales del sector. Y no me refiero sólo a cadenas que cambian de manos o que se reestructuran a fondo, sino también del floreciente mercado de la compra/venta/traspaso de residencias de pequeño y mediano tamaño. Al menos tres empresas se dedican, casi en exclusiva a la intermediación (con más éxito en comunidades autónomas cuya legislación no obligue a adaptarse a nuevas normativas cuando se cambia de dueño) y sólo hay que leer con atención esta publicación o portales como Inforesidencias.com para ver que las transacciones crecen.

Con toda seguridad, cuando se abran las residencias que están en estado avanzado de construcción (700 en 2005 según el estudio de la Federación Nacional) habrá un parón en el aumento de oferta ya que en muchos círculos se habla de la necesidad de reflexionar.

¿Será la situación una travesía del desierto en que quedarán cuerpos por el camino? No lo creo, pero si es así, esperemos que pronto nos llueva el maná de la Ley que prevea la financiación de la dependencia.

Autor del post Josep de Martí