lunes, 30 de noviembre de 2009

SITUACIÓN PARADÓJICA DE LAS RESIDENCIAS EN CATALUÑA

La paradoja de muchas residencias en Cataluña
Una reflexión de finales de 2009
Josep de Martí
En Cataluña existe un grupo de empresarios del sector geroasistencial que empiezan a pasarlo mal sin tener culpa de nada y haciendo las cosas bastante bien.
Imaginemos una residencia privada para mayores que presta un servicio de calidad, con una ratio adecuada y unas buenas instalaciones. Funciona des de hace quince años y cobra unos precios que oscilan entre los 2.000 y 2.400 Euros (con algunos residentes que pagan menos debido a que llevan muchos años con actualizaciones de IPC).
Esta residencia ha mantenido siempre un muy alto nivel de ocupación, cuenta con unos prescriptores afianzados y con un sólido “boca-oreja” que le ha hecho ser optimista cuando mira hacia el horizonte.
En varias ocasiones, los responsables del centro habían considerado la opción de hacerse “residencia colaboradora” pero siempre lo habían desestimado por dos motivos: el precio que recibirían sería más bajo que el que cobraban actualmente y, además se verían obligados a financiar la estancia de los residentes debido a que las administraciones siempre tardan un tiempo en pagar su parte.
La entrada en vigor de la Ley de Dependencia no supuso un tropiezo a esta residencia. Algunos de sus residentes pidieron la valoración y recibieron prestaciones vinculadas, incluso durante 2008 ingresó residentes que venían con “la ayuda de la dependencia”.
Las cosas empezaron a cambiar a comienzo de 2009. Algunos potenciales residentes preguntaban, nada más llegar a visitar la residencia en búsqueda de plaza, si ésta era “colaboradora” ya que, una trabajadora social les había dicho que si iban a una que no lo fuera no podrían cobrar la ayuda.
Quizás había llegado el momento de convertirse en centro colaborador.
Los responsables rescataron una carta que les habían enviado desde una asociación patronal en la que, resumiendo una reunión que había tenido el presidente de la misma con la Consellera d’Acció Social, les informaban de a finales de 2009 se publicaría un decreto catalán de acreditación de centros; que, mientras tanto, la Generalitat abriría una nueva convocatoria de centros colaboradores en 2009 o prorrogaría la de 2008 de forma que, durante 2009, se podría solicitar la acreditación del programa de colaboración.
Las residencias se pusieron las pilas y, algunas, acometieron obras y mejoras para asegurarse el cumplimiento de todos los requisitos de acreditación. Pero pasaron los meses y la convocatoria no llegaba. De repente, justo antes de Semana Santa, salió una convocatoria de un concierto de 1.500 plazas que pretendía, básicamente concertar en la ciudad de Barcelona. Algunas residencias se presentaron y ganaron, la gran mayoría quedó excluida o no llegó a presentarse.
Siguió en transcurso de 2009 y la situación se fue resintiendo cada vez más. No sólo dejaban de ingresar nuevos residentes beneficiarios de la Ley de Dependencia sino que algunos de los ya ingresados tenían que irse a otros centros si querían cobrar la ayuda.
Las residencias que están hoy en esta situación se han preparado a conciencia cumpliendo todos los requisitos de acreditación, han actuado sobre la expectativa creada por las manifestaciones de la administración y aún así se encuentran en una situación difícil.
Para acabar de empeorar las cosas, la Generalitat ahora dice que, en su lista de prioridades, la nueva cartera de servicios sociales pasa por delante del Decreto de Acreditación por lo que, resulta casi imposible que éste esté preparado antes de final de año.
Algunas de estas residencias, en su preocupación, llaman a la Generalitat (ICASS, delegaciones territoriales, ProdeP..) donde les dicen que pueden solicitar por escrito el concierto de plazas pero que es posible que les contesten diciendo que tienen que esperar a que salga otra convocatoria.
Nadie parece poder dar una respuesta satisfactoria a estas residencias, a mí se me ocurren varias:
¿No podría la administración dar una prioridad máxima a la tramitación del Decreto de Acreditación de forma que, dando cumplimiento a la palabra dada, éste estuviese en vigor antes de final de año?
¿No podría publicarse una nueva convocatoria de centros colaboradores o prorrogar la de 2008, dando cumplimiento a la palabra dada?
¿No podrían poner al ciudadano en el centro y aplicar un principio de “libertad de elección”? Esto querría decir que, transitoriamente, hasta que se publique el Decreto de Acreditación y haya habido tiempo para acreditar a las residencias que lo soliciten, cualquier residencia autorizada pudiera acoger a residentes beneficiarios de la prestación vinculada.
Esta idea no es original ni novedosa, sencillamente se trata de hacer lo que se hacía durante la mayor parte de 2008, incluso se podría mantener la diferenciación en la cuantía de la prestación vinculada viniendo a decir “si usted elige un centro colaborador le daremos una ayuda algo superior ya que este centro tiene mayores exigencias, si elige un centro autorizado no colaborador le damos una ayuda, pero ésta será inferior”.
No creo que debiera haber demasiado problema para utilizar el mismo sistema que se utilizaba durante 2008 hasta que se apruebe el Decreto de Acreditación. Es más, creo que si la administración no lo ha hecho es porque no está siendo consciente del problema que el retraso en la aprobación del mismo está acarreando.
¿Es ajustada la realidad la descripción que hago? ¿Son muchas las residencias que se encuentran en esa situación? ¿Están sufriendo mucho?
El foro de Inforesidencias.com puede ser un buen lugar donde decirlo.
En unos seminarios que organizamos en Inforesidencias.com a finales de 2008 recomendamos a todas las residencias solicitar la acreditación como centro colaborador antes del 31 de diciembre y decíamos que la clave de la supervivencia de una residencia ante los acontecimientos que se nos avecinaban eran:
1. ¿Cumple los requisitos de acreditación de la convocatoria de 2008?
2. ¿Puede funcionar cobrando una media de 2.000 Euros al mes?
3. ¿Podría afrontar una certificación de calidad del tipo ISO?
Desde entonces hemos asesorado a muchos centros para obtener una respuesta a estas preguntas.
Si el seminario se celebrase hoy añadiríamos una cuarta ¿Puede la residencia asumir que una parte importante del precio de la estancia lo paguen los residentes con hasta seis meses de retraso?