jueves, 1 de marzo de 2012

NO HAY DINERO PARA DEPENDENCIA

Hace dos años en El País decían  No sólo falta dinero para dependencia, falta control.  Supongo que los que gobernaban entonces ya no leían El País y por eso siguieron actuando como si sí hubiese dinero.

Ahora ha cambiado el gobierno pero la noticia siguie inalterable, en El Economista leo un entrecomillado atrobuido a Ana Mato: "hay ley, pero no presupuesto para mantenerla".  Me gusta la gente que habla de forma directa y clara.  Hemos superado las frases del tipo "hay que repensar la Ley de Dependencia" que tanto gustaba a nuestros políticos al final de la última legislatura.  Ahora ya nos lo dicen claro.

Lo que pasa es que la claridad, según sigo leyendo en el artículo, se agota rápidamente y, como si se hubiese dado cuenta la ministra de que había dicho algo "muy gordo" enseguida recula y dice "Vamos a mantener la Ley de Dependencia al cien por cien, porque es un derecho que tienen los ciudadanos".

O sea, que Ana Mato se apunta al carro de los prestidigitadores.  "No hay dinero por aquí.... No hay dinero por acá... pero, sorpréndase, vamos a mantener la Ley al cien por cien".

Según la ministra la Ley se hizo buscando más el titular que el contenido.  Pues miren, a mí me parece que ella está cometiendo el pecado que denuncia.

No es correcto decir que van a mantener la Ley de Dependencia al 100% cuando lo primero que han hecho (y muy bien hecho, por cierto) ha sido paralizar la entrada de los menos dependientes en el sistema durante un tiempo.  Menos correcto aún cuando se reconoce que la Ley es técnicamente mala y que se hizo buscando el titular.  Si efectivamente es así (que lo es) entonces no hay que mantenerla al 100% ni al 80%.

Lo que habría que hacer es plantearse una Ley que dé una verdadera cobertura para los casos de gran dependencia basada en atenciones profesionales.

Tendrán que cambiar el copago, y el sistema completo para hacerlo sostenible. 

Mientras tanto, señora Mato, sepa que, si la intención es cambiar la Ley, tendrá el apoyo de muchas personas preocupadas porque los grandes dependientes reciban un servicio de calidad con independencia de su nivel de renta y el lugar donde residen.  Si piensa mantener al 100% lo que hay ahora, busque apoyos en otros lugares.

2 comentarios:

  1. Hola Josep:

    ¿Tendrá algo que ver en el resultado las personas? No quiero ser pesado pero pienso lo mismo que lo que te puse hace uno de tus comentarios:

    "Como hemos hablado muchas veces el dinero atrae al dinero. Estamos en un sector que por su propia naturaleza (costes del servicio, naturaleza del servicio, historia del servicio, etc) no puede generar márgenes atractivos a los operadores; es absolutamente imposible. A pesar de los precios privados que tiene que desde fuera parecen desmesurados pero que hay que comparar con los costes del servicio. Como los márgenes van a ser como mucho ínfimos, si no negativos, los altos cargos de la administración que llegan a gestionar estos temas no son los más espabilados (estos van a construcción o a economía); ni los funcionarios con responsabilidades (ídem); ni los gestores (también, también). Hablando siempre en términos generales, por supuesto, y siendo consciente de que hay excepciones. Pero son excepciones. En definitiva, lo que tenemos es lo normal que deberíamos tener, no menos. El dinero atrae al dinero. Y normalmente junto al dinero está el poder. De recapitalizarse, de endeudarse, de pedir gestos a la administración…"

    No hace falta decirlo, pero estoy totalmente de acuerdo con lo que dices detrás del post.

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  2. Guillermo, tienes toda la razón. En el campo de atención a mayores no existe "conciencia de coste" ni un verdadero "gobierno de los mejores". Lo escribí cuando nombraron a Ana Mato como ministra de nuestro ramo y antes cuando nombraron a Leire Pajín. Parece que no habaía un "Montoro" o un "de Guindos" de los servicios sociales. En mi humilde opinión sí había un buen "Pastor" para manejar el rebaño pero lo pusieron a controlar las carreteras.

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