domingo, 29 de septiembre de 2013

¿LLEGARÁN LOS RESIDENTES EXTRANJEROS?

Ha pasado algún tiempo, exactamente quince años.  En 1998 la Universidad de Barcelona organizó un curso de verano titularo "La jubilación de extranjeros en España".

¡Cómo pasa el tiempo! Entonces cuando se hablaba de extranjeros nos referíamos casi siempre a los del norte.

Del curso me acuerdo que entre los profesores existía el convencimiento de que llegarían cada vez más jubilados y que con el tiempo habría muchas residencias acogiendo a ancianos dependientes alemanes, suecos u holandeses, pagados en parte por la seguridad social de sus países que se beneficiarían de que aquí los precios de las residencias son más baratos y el clima más benigno.

Desde aquél curso he tenido la ocasión de participar en nueve viajes geroasistenciales (o sea, para conocer residencias en el extranjero), tanto organizados por la patronal catalana de residencias ACRA como por el portal de residencias para mayores, Inforesidencias.com.  He ido a Suecia, Noruega, Dinamarca, Alemania, Holanda y Francia.  He podido hablar con responsables políticos de diferentes ideologías así como profesionales y empresarios.  Algunos hablaban de que sí acabarían viniendo muchos mayores dependientes. Pero lo que no he visto es que las residencias pensadas para mayores extranjeros se convierta en un subsector considerable dentro del geroasitencial.

la cuestión me ha vuelto a parecer interesante ahora por varios motivos.

Hace unas semanas me invitaron a asistir  a una reunión en la que se proponía generar un clúster de empresas que tuviesen en común  tener como clientes a personas mayores.  Mientras les escuchaba  pensé en que se podrían coordinar diferentes empresas para atraer al "anciano del norte".  Lo dije durante la reunión pero me dio la sensación que lo del "clúster" (racimo en ingles) era algo mucho más complejo que lo que yo me imaginaba.

La cosa me duró unos días y, cuando ya lo había olvidado, leo que en Alemania están "exportando abuelos" a Polonia.

La cuestión es fácil.  Las ayudas a la dependencia germanas dan para lo que dan.  Quien necesita una residencia siempre tiene que pagar una parte importante, tan importante que a veces se hace inasumible.  El resultado es que algunos mayores dependientes se van a Polonia; concretamente a una parte de Polonia donde se habla un dialecto alemán y dónde una residencia cuesta unos 1.200 Euros al mes.

Si alguien entra a ver la noticia verá que tiene comentarios y muchos son negativos.  Yo, donde otros ven motivo de crítica veo oportunidad.

¿Qué haría falta para que miles de holandeses, alemanes o suecos mayores y dependientes viniesen a las residencias geriátricas españolas?

Se me ocurren varias cosas pero me gustaría mucho saber qué piensan quiénes leen este blog:

- Lo primero sería crear una red de residencias que estuviesen preparadas para atender a los residentes extranjeros a un precio tan competitivo que les hiciese cambiar de país.   Después de ver lo que cuestan las residencias en diferentes países creo que un precio de unos 1.800€ al mes sería una cifra interesante.   Si no podemos dar un servicio adecuado y atractivo por ese precio seguiremos como hasta ahora.

- Las residencias adecuadas deberían ser atractivas de forma que no viniese             tener personal que hable el idioma de los residentes que acoge, debería adecuar su gastronomía a la del lugar de origen y debería  parecerse a las residencias de origen.  Esto requiere empezar estableciendo programas de formación o de estancia en los países de origen de auxiliares, enfermeras y otros profesionales con el riesgo de que, una vez se hayan formado, prefieran quedarse en el Norte.

- Sería bueno contar con un sistema de transporte que permitiese trasladar con precios competitivos a los mayores dependientes hacia aquí.  Esto se podría hacer generando algún producto específico que permitiese coordinar una asistencia durante el vuelo, una recogida adaptada en el aeropuerto y traslado a las residencias.

- Por supuesto haría falta  un sistema de información que ponga en contacto oferta y demanda.  O sea, una Inforesidencias.com  europea  que ofreciese información multilingüe sobre residencias que estuviesen preparadas para atender a los residentes extranjeros.

- También se me ocurre que, si esto se plantease como algo estratégico para el sector o el país, sería necesario establecer un Lobby que intentase retirar barreras y convencer a las personas adecuadas para que facilitasen la llegada de los mayores y de algunos profesionales de origen.  La función de ese lobby sería implicar a las administraciones en todos los niveles convenciéndolas de que esta llegada sería positiva para todos.

Si lo vemos desde la perspectiva "clúster" veo que harían falta varios perfiles de empresas que especializasen una parte  o toda su actividad:

- Por supuesto las residencias:  Si se plantease en serio la llegada de mayores dependientes se podrían resucitar algunos proyectos gerontológicos que languidecen porque se hicieron donde no había verdadera demanda.  Si estos centros están relativamente cerca de un aeropuerto que tenga vuelos internacionales, podrían ser candidatos a triunfar.

- Empresas de formación para preparar a los profesionales que van a trabajar cuidando a los extranjeros. Estas empresas deberían orientarse hacia el fomento de "estancias temporales formativas en países de origen".

- Gestorías especializadas en tramitar la documentación adecuada para que los residentes extranjeros puedan gozar de los derechos a la salud y que la Seguridad Social española pueda recibir los pagos por los servicios prestados.

- Agencias de viajes (on line o físicas) que preparasen los traslados de los mayores y de los familiares que quisieran venir de visita.  Podrían crearse servicios específicos como "expediciones adaptadas" en las que un grupo pudiera contar con acompañantes durante el trayecto "puerta a puerta".

Portales de internet especializados

- Empresas de transporte adaptado.

Creo que me dejo cosas o digo algunas que no tienen mucho sentido.  Después de todo es sólo una idea.

Sé que hasta ahora existen iniciativas para intercambiar residentes entre residencias europeas como Linkaged.  Que en la Comunidad Valenciana se anunció una iniciativa en este sentido y que alguna empresa ha intentado por su cuenta atraer a estos mayores.  Si hubiese alguien dispuesto a liderar el intento, ¿Sería realista pensar que en unos años tendremos un subsector de atención a personas mayores dependientes extranjeras?






martes, 24 de septiembre de 2013

¡QUÉ BONITO ES HABLAR DE SOCIOSANITARIO!

Dentro de unas semanas se celebrará en Barcelona un Congreso que tratará sobre coordinación sociosanitaria.  No pienso perdérmelo ya que considero que éste es uno de los asuntos que más influirá en el devenir del sector geroasistencial.  Me apetece mucho escuchar a profesionales y a quiénes nos expliquen proyectos internacionales. Supongo que tendré que escuchar también a algún político pero, me sacrificaré.

La pregunta clave a debatir es, cuándo deja una persona de ser un paciente para convertirse en una necesitada de cuidados.  Si partimos de la base de que el derecho a recibir atención médica es diferente del de atención a la dependencia (que lo es) añadimos el toque jurídico.  Y si consideramos los costes que supone la atención hospitalaria, la de una residencia geriátrica, la ayuda a domicilio y el cuidado familiar, añadimos el toque económico.

Llevamos más de treinta años diciendo que, si se lleva a cabo una correcta coordinación sociosanitaria las personas estarán  mejor atendidas y "el sistema" podrá funcionar de forma más eficaz y eficiente (o sea bueno, bonito, y lo más barato posible).

En estos treinta años lo hemos dicho en activa, pasiva y perifrástico, lo hemos escrito, diseñado, discutido, implementado como proyecto piloto, como plan y, en algunos casos se han obtenido resultados parciales.  Pero, parece que todavía no hemos sido capaces de encontrar la clave.

Cuando se aprobó la Ley de Dependencia, algunos optimistas patológicos dijeron que un aspecto que recogía el texto era la coordinación sociosanitaria.  No era cierto.  Es más, el único punto de la Ley donde se menciona "lo sociosanitario" es en un artículo, el 11, en el que especifica qué pueden hacer las comunidades autónomas dentro del sistema de la dependencia. Dentro de la lista, la letra c dice:  Establecer los procedimientos de coordinación sociosanitaria, creando, en su caso, los órganos de coordinación que procedan para garantizar una efectiva atención).

O sea, que entre poco y nada.

A mí se me antoja que esto de "lo sociosanitario" se toma como algo para hablar, discutir, consensuar, redactar proyectos y planes, más que algo para "hacer".

En los últimos meses he leído:

En Julio:  La ministra Ana Mato, agradece a un grupo de expertos la redacción de un documento que propone “articular y poner en funcionamiento una auténtica atención sociosanitaria integral, centrada en la persona, que garantice los recursos asistenciales más adecuados a sus necesidades”.
El objetivo es “lograr una atención sociosanitaria integral, eficiente, de calidad, con calidez y que tenga muy en cuenta la fragilidad de estos pacientes”.  ¡Qué bonito!  Yo de mayor quiero ser experto.

Hace menos semanas, en Cataluña se presenta con gran parafernalia un Plan interdepartamental de interacción de los servicios sanitarios y sociales.  Algo que "va más allá de la coordinación sociosanitaria", y que optimizará los recursos y las capacidades conjuntas y se elaborarán protocolos asistenciales comunes para establecer un modelo asistencial de calidad que coordine las actuaciones sanitarias de los diferentes dispositivos de ambas redes .


Aquí no queda la cosa.  La guinda se la lleva el Senado, ese adorno carísimo que nos hemos regalado los españoles (52 millones de Euros al año nos cuesta).  Allí se ha aprobado una iniciativa que insta al gobierno a   "diseñar y crear, en coordinación y consenso con todas las Comunidades Autónomas, así como con respeto absoluto de sus competencias, el espacio sociosanitario como un área de convergencia de servicios sociales y sanitarios, con el objetivo de proveer una cartera de servicios destinados a las personas dependientes y aquellas que, por causa de graves problemas de salud o limitaciones funcionales y/o de riesgo de carencias sociales, necesitan una atención sanitaria y social simultánea, coordinada y estable, ajustada al principio de continuidad de la atención".

¿En qué país viven los senadores?

Después de ver cómo la Ley de Dependencia ha fracasado, entre otras causas por la imposibilidad de que el gobierno del Estado coordine nada en absoluto, ¿Es posible que alguien crea que se puede poner en la misma frase las palabras "coordinación", "consenso" y "todas las Comunidades Autónomas", sin que el resultado se quede en poco más que un brindis al sol?

Al final el texto lo pactaron el PP, el PSOE y el grupo Entesa Catalana de Progrès.  Me los imagino discutiendo, transaccionando y consumiendo tiempo y tiempo.

Al final, supongo que todos se fueron tranquilos a sus casas pensando, "hoy me he ganado el sueldo".

Y la cordinación sociosanitaria...  "De eso tenemos que hablar algún día".


domingo, 8 de septiembre de 2013

TRES CLAVES PARA ELEGIR UNA BUENA RESIDENCIA PARA MAYORES

Al rededor de un 5% de las personas de 65 o más años necesitarán en algún momento de su vida ingresar en una residencia geriátrica.  Esto quiere decir que diecinueve de cada veinte, nunca pasarán por la difícil situación de tener que tramitar una plaza pública o por el trance de tener que buscar y encontrar la residencia para mayores más adecuada a sus necesidades y que, además, pueda pagar.

Hace poco estuve leyendo en una web que los supermercados Eroski dedican al consumidor, un artículo titulado "Cómo elegir una residencia de ancianos" en el que, basándose en la información recibida de una asociación madrileña que se define como de ayuda al anciano, exponían tres claves para llevar a cabo la elección de una buena residencia de tercera edad.

El trinomio estaría formado por Salud, Dinero y Zona.

Me parece muy interesante y creo que podría añadirse a otros lugares como uno que recomienda como encontrar una residencia geriátrica en Madrid, u otro en el que aparecen los cinco errores más comunes a la hora de encontrar residencia.

La primera pregunta a hacerse, sabiendo que atender a una persona mayor en una residencia es costoso, es si la administración podría hacerse cargo del coste (todo o parte del mismo) y si la persona podría ir a una residencia pública o concertada.

A pesar de que la Ley de Dependencia nos vendió universalidad y servicios para todos, lo cierto es que hoy en día el tiempo que se tarda en tramitar las ayudas supera fácilmente el año (según la web de Eroski "el acceso a las plazas públicas de residencias solo se puede efectuar a través de los servicios sociales y las personas que intentan acceder por esta vía tardan entre 5 y 7 años en conseguir una".

El estado de salud de la persona mayor y la necesidad de atenciones que son difíciles de prestar en el domicilio por parte de los familiares  son los factores principales a la hora de decidir que hace falta ingresar en un centro residencial geriátrico.  Por eso, resulta importante saber si la persona se puede mover por sí misma y realizar alguna de las actividades de la vida diaria (AVD), si va en silla de ruedas, si está encamada o si tiene demencia senil (incluida la enfermedad de Alzheimer).

Es muy importante aportar el informe médico a los profesionales del centor y, cuando se visita la residencia que se está considerando, obtener toda la información sobre qué servicios ofrece y si éstos se adecuan a la situación y necesidades del anciano.

Algunas residencias ofrecen programas específicos para personas con demencia.  Hay que tenerlo en cuenta.

Dinero: ¿Cuánto cuesta una residencia de tercera edad? Esta pregunta tiene una difícil respuesta ya que hay una gran variabilidad dependiendo de la zona en que se encuentre la residencia y de otros factores.  Inforesidencias.com ha difundido informes sobre el precio de las residencias geriátricas privadas en España y resulta que un precio medio rondaría los 1.700€/mes.  Como siempre, las medias engañan ya que en Madrid y Barcelona, éstos serán bastante superiores.

Un factor que interviene mucho en el precio es si la habitación es individual o compartida.  Hay que tener en cuenta que para muchas personas tener que compartir habitación con un desconocido es un obstáculo importantísimo por lo que, siempre habrá que tener en cuenta la opinión de quien ingresará en el centro,

También hay factores importantes como qué está incluido en el precio y qué no, la existencia de un depósito de garantía; la previsión de lo que se descontará si la persona mayor pasa tiempo en el hospital, el plazo de preaviso de baja voluntaria o cómo se efectuará la liquidación cuando acabe la estancia.

Con las pensiones actuales, muchas personas necesitarán, si no obtienen financiación pública ayuda de sus familiares o obtener una "licuación patrionial", o sea, obtener recursos de algún inmueble del que sean propietarios y no tenga cargas.  Entran aquí figuras como la hipoteca inversa, la pensión hipotecaria o la renta vitalicia.

La situación de la residencia: Este es otro factor que puede influir mucho a la hora de elegir una buena residencia.  En este caso hay que tener en cuenta a la persona mayor, que si puede, querrá mantener contactos con su entorno habitual (quizás pueda salir a pasear sola o acompañada y prefiera hacerlo por el barrio donde siempre ha vivido; si está cerca de su casa anterior podrá recibir visitas no únicamente de sus familiares sino de amigos o conocidos).  Quizás el factor a tener en cuenta, si la persona sufre deterioro cognitivo es la cercanía a algún familiar de referencia que pueda visitar asiduamente a su padre/madre/tía, si tiene la residencia cerca de casa.

No se puede olvidar el factor de situación como algo económico.  A veces, ir a una residencia que está a 50 kilómetros del domicilio habitual puede suponer un precio un 30 o 40% más bajo.  Como siempre, se trata de sopesar.

¿Existe la residencia mejor situada, con el precio más ventajoso y más adecuada al nivel de necesidades de la persona a ingresar?  Si no la buscamos bien no lo sabremos nunca.

Toda ayuda es buena a la hora de buscar residencia de mayores, mejor no descartar ninguna.

martes, 3 de septiembre de 2013

¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?

Aunque llevo más de veinte años trabajando en cuestiones relacionadas con servicios sociales y atención a personas mayores.  Primero desde la administración, después como formador y, desde 2000 dirigiendo un portal sobre residencias de personas mayores, sigo sin tener claro del todo cómo deben llamarse esos establecimientos que ofrecen un sustituto del hogar a personas de más de determinada edad (normalmente 65 años) dependientes y en el que reciben atención en sus actividades de la vida diaria (VAD) y apoyo personal:  Las opciones pueden ser

- Residencia geriátrica
- Residencia asistida
- Residencia de ancianos
- Residencia de tercera edad
- Residencia de séniors

Estas son las más comunes.  También podemos sustiuir la palabra "residencia" por "servicio de atención residencial para.." o quitarla del todo en algunos casos y hablar de "geriátricos" o, más en desuso, "asilos".

Las reglamentaciones autonómicas han ido creando nomenglatura ya que, según dónde estemos nos hablarán de "hogares residencia", "psicogeríatricos", "miniresidencias" u otras aportaciones más.

No creo que sea una cuestión muy relevante, de hecho, durante unos años la cuestión no me preocupaba demasiado. Sí lo hizo cuando, con la intención de mantener el buscador de residencias  bien situado en Google, un experto del tema me preguntó, "¿Cómo llama la gente a las residencias?".  Descubrí entonces que palabras que teníamos descartadas entre profesionales como "tercera edad" y "ancianos" se utilizan mucho a la hora de navegar por internet, las utilizan los periodistas al escribir noticias y la gente en general al hablar. Entonces sí fue importante saber, no cómo se llama correctamente una residencia sino qué palabra pondrá en Google una persona que busque residencia.

Me hizo gracia este divorcio conceptual entre profesionales y gente común.

Por supuesto, no hemos llegado al límite que pude ver en un viaje a Chile.  Allí, la palabra "correcta" para definir una residencia es ELEAM (Establecimiento de Larga Estadía para el Adulto Mayor).  En una conferencia a la que asistí, uno de los ponentes repitió varias veces "Establecimiento de Larga Estadía para el Adulto Mayor Autovalente", o sea, residencia de válidos.  Me hizo gracia que no utilizase el acrónimo sino todas las palabras.  Cuando, acabado el acto, pregunté a otros asistentes cómo llamaba en Chile la gente normal a los ELEAM, me dijeron tranquilamente "asilos o casas de reposo".

Lo tendremos en cuenta cuando abramos Inforesidencias.com en Chile.