jueves, 18 de junio de 2015

HERNANDO EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

Hace ahora cuatro años, cuando estaba a punto de acabar la segunda legislatura de Zapatero escribí un post que se titulaba "Pajín en el País de las Maravillas", en él hablaba e un informe que ponía de manifiesto que la Ley de Dependencia se estaba aplicando correctamente y que, el hecho de que en una encuesta, muchos de los beneficiarios dijesen que el sistema les parecía bien, era una muestra de su bondad.

Entonces hice la siguiente reflexión:

Imagínese que propongo hacer una Ley para acabar con el analfabetismo en un país subdesarrollado. El sistema consiste en que los analfabetos puedan elegir entre dos opciones: a) recibir unos cursos al final de los cuales habrá unos exámenes para saber si se han aprovechado las enseñanzas y b) recibir una cantidad de dinero para que un amigo les enseñe a leer y escribir. Si se elige la opción b) no hay que demostrar nada.

Al cabo de unos años, estoy gastando mucho dinero en la aplicación de la Ley, miles de personas reciben “algo” y ese “algo” en la mayor parte de los casos es dinero. Por supuesto se ha construido alguna escuela pero muchos ven el dinero que reciben como una ayuda para ir tirando que viene muy bien en tiempos de crisis.

Ante las críticas que surgen porque el analfabetismo no se ha reducido sustancialmente a pesar del dinero gastado, porque hay muchos analfabetos que no pueden acceder a la opción a) ni b) y que, ni siquiera se valora igual si una persona es o no analfabeta, decido pasar una encuesta entre los que han recibido “algo” y, por supuesto el resultado es positivo. No planteo si el dinero gastado está obteniendo los objetivos que se plantearon; no miro si el sistema está siendo equitativo; no persigo cuantificar la eficacia o eficiencia. No, sólo números.

Ahora me ha vuelto a la cabeza aquello que escribí hace cuatro años porque parece que vamos a tener una versión actualizada con personajes cambiados:  El Grupo Popular ha presentado una Proposición no de Ley en el Congreso de los Diputados que insta al Gobierno a realizar “un estudio sobre lo que ha supuesto el desarrollo de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia” (B.O.C.G. nº:666 – 162/001236).

El estudio todavía no está hecho por lo que quizás estoy criticando algo que todavía no existe pero la proposición que ha hecho el grupo Popular al Parlamento es llamativa (texto):


A la Mesa del Congreso de los Diputados 

El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, al amparo de lo dispuesto en el artículo 193 y siguientes del vigente Reglamento del Congreso de los Diputados, presenta la siguiente Proposición no de Ley, relativa a la realización de un estudio sobre lo que ha supuesto el desarrollo de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Materia de Dependencia, para su debate en Pleno. 

Exposición de motivos 

La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, supuso un paso fundamental en la atención de las personas dependientes y un avance de nuestro Estado social consagrado en la Constitución Española. Con esta ley se estableció un derecho subjetivo que se fundamenta en los principios de universalidad, equidad y accesibilidad; y que permite a las personas dependientes acceder a las prestaciones y servicios establecidos en la ley. 

La citada ley fue aprobada por la mayoría de fuerzas políticas de esta Cámara a excepción de los grupos nacionalistas. Se alcanzó un alto grado de consenso en un tema que nos concierne y preocupa a todos, y que supone una mejora evidente en la atención y en la calidad de vida de personas que no se pueden valer por sí mismas, así como de los servicios sociales. 

En la actualidad, hay 743.767 beneficiarios, 5.180 más que a 31 de diciembre de 2011. Desde el año 2012 se han producido un total de 319.736 nuevas incorporaciones. Este año 2015 se incorporarán los dependientes moderados a fecha 1 de julio y se terminará de desplegar el sistema de atención a la dependencia. Se calcula que se incorporarán 300.000 nuevos dependientes. Cuando estas personas entren en el sistema estaremos en el noveno año de aplicación de la ley y se habrá cumplido el calendario establecido en la disposición final primera. 

Por ello, una vez transcurrido este periodo, consideramos procedente que se realice una evaluación del grado de desarrollo de la ley y, a partir de ahí, poder trazar una nueva hoja de ruta para mejorar, en la medida de lo posible, el sistema de atención a la dependencia. 

Por todo ello, el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso presenta la siguiente 

Proposición no de Ley 

"El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a realizar un estudio sobre lo que ha supuesto el desarrollo de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, una vez finalizado su periodo de implantación, con el objeto de que sus conclusiones sienten las bases para modificar aquellos aspectos que se evidencien como mejorables y poder sentar las bases de trabajo posterior, de acuerdo con el resto de grupos políticos y agentes involucrados." 

Palacio del Congreso de los Diputados, 8 de mayo de 2015.-Rafael Antonio Hernando Fraile, Portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso. 

He subrayado en amarillo la parte llamativa.

La verdad es que el gobierno del PP ha hecho algo que quizás tenía que hacer y ha sido hacer un cambio tan profundo en la Ley de Dependencia que, en la práctica lo que tenemos ahora se parece bien poco a lo que se aprobó en 2006.  Por eso querer hacer un informe del desarrollo y hacerlo en base a unos números "adecuadamente elegidos" ya nos anticipa de qué va a ir este informe.

Es cierto que si se compara 2015 y 2011 hay 5.180 más beneficiados pero no lo es menos que, durante ese periodo ha habido una bajada importante, que lo que es ser beneficiario hoy y  lo que era en 2011 es diferente (la forma de valorar la dependencia, el tipo de servicios o prestaciones a que se tiene derecho, el tiempo de espera y el copago) por lo que la comparación no resulta adecuada.

Los amigos de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, gracias a quien he conocido esta iniciativa, han difundido un texto con unos interesantes gráficos al respecto:



En mi opinión, el gobierno debería ser audaz y reconocer que lo que hizo fue crear una nueva Ley de Dependencia no tan buena como la anterior e intentar convencernos de que, dadas las circunstancias era no único que podía hacer.  Habrá a quién podrá convencer y a quién no.

Intentar hacernos creer que la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a Personas en Situación de Dependencia sigue aplicándose y que lo que ha pasado en los últimos años es que, tras un bache, volvemos a crecer, es algo tan burdo que no van a convencer a nadie.

Como prueba que se lo pregunten a alguien que viva en una residencia geriátrica de Alcobendas, Valencia o Sant Cugat.   Los que son beneficiarios de la Ley de Dependencia tienen que ser más dependientes ahora que en 2011 para poder ingresar, han esperado más tiempo y tienen un copago más alto.

Recientemente ha pasado el primer año de la publicación del libro "Cómo nos engañaron con la Ley de Dependencia".  Parece que el engaño puede tomar diferentes formas.


lunes, 15 de junio de 2015

Sobre el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez

 Hoy, 15 de junio se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.  Bueno, no sé si “celebrar” es la palabra más adecuada para algo que lo que pretende es llamar la atención sobre los malos tratos que están recibiendo personas ancianas en un porcentaje que, aunque desconocido con exactitud, resulta preocupante, a lo largo y ancho del mundo.

Estoy seguro de que no es lo mismo hablar de maltrato a personas mayores en Suecia que en Tanzania y que tampoco lo es cuando la persona anciana vive con unos familiares en una situación económica comprometida que cuando lo hace en una residencia geriátrica.  Aún así, si por algo la ONU ha decidido marcar este día en el calendario, seguro que el problema, en diferente dimensión, existe a nivel planetario.

Llevo impartiendo desde hace unos cuantos años una formación para empleados de residencias de mayores que, en diferentes formatos que, según quien lo contrata, puede tener diferentes títulos.  A veces se llama “Evitar el maltrato institucional en residencias”, “prevenir el maltrato…”, “afrontar..” y otras “Fomentar el buen trato…” y cosas parecidas.

Estas variantes sobre el título, que no afectan al contenido de la formación, dependen de la empresa o administración que quiere sensibilizar a sus empleados sobre cómo, a veces, trabajando tal como todo está preparado podemos estar dando un trato inadecuado.

Aunque me arriesgo a hacerme un “auto-spoiler” me gustaría compartir en el blog cómo empiezo el curso.

Imaginemos que yo soy el director de una residencia en la que tú acabas de ingresar.  Eres una persona dependiente.  Necesitas ayuda para poder asearte y levantarte de la cama; tienes pequeños olvidos (nada grave de momento) y miedo de seguir viviendo sola.  Siendo tu primer día en el centro te recibo en mi despacho y te planteo algo curioso; ahora mismo tienes que tomar una decisión.  No puedes negarte y necesariamente tendrás que optar por una de las dos opciones que te planteo:

Recibir un fuerte puñetazo en el ojo.
Que sea yo quien decida con quién vas a compartir habitación.  Y ya te avanzo que será con una residente que sufre una demencia avanzada, grita noche y día, y cuando no grita siempre está revolviendo los cajones y armarios de la habitación.

¿Qué elegirías tú?”

Casi siempre me pasa lo mismo:  primero hay una resistencia a aceptar la pregunta.  Resulta tan ridículo e increíble que los alumnos se niegan incluso a aceptar la posibilidad de que algo así pueda suceder.  Cuando, superado el shock inicial, se lo plantean como lo que es (un supuesto teórico para la reflexión), casi todos se deciden por el puñetazo.

Entonces yo les pregunto:

Creo que todos estaremos de acuerdo en que un puñetazo en el ojo es claramente un maltrato, pero ¿alguien se había planteado que la forma de asignar las habitaciones podría ser considerado como algo “peor que un puñetazo”?”

A partir de aquí hablo de lo que sucede en cualquier tipo de institución y seguimos adelante para intentar detectar algunos aspectos del funcionamiento de la residencia que puede ser un signo de que hay algo que “podríamos hacer mejor”.

En otro momento del curso planteo a los asistentes una pregunta que da para reflexionar bastante:

¿Quién es la persona que lleva más tiempo trabajando en la residencia?.  Tú, muy bien.  ¿Recuerdas tu primer día de trabajo aquí?, seguro que sí.  Te voy a pedir un esfuerzo: evoca ese día y piensa una cosa:  ¿Hubo algo que te llamó la atención entonces y que con el tiempo dejó de llamártela?”

He impartido esta formación más de diez veces en diferentes residencias públicas y privadas y, hasta ahora, siempre he recibido de los asistentes la misma respuesta:  “Nos has hecho pensar”.  Pasado algún tiempo sé que algunas de las residencias han introducido pequeños cambios de los que generan grandes resultados o incluso han empezado un proceso más amplio de reflexión y transformación del proceso de atención en el que les estoy acompañando.

Soy un convencido de que las residencias geriátricas en los últimos veinticinco años (el tiempo que ha pasado desde que empecé a trabajar visitándolas como inspector) han vivido un proceso de mejora continua.

En los últimos tiempos se está produciendo una creciente preocupación por centrar la atención en la voluntad, preferencias y deseos de la persona mayor así como en impregnar de principios éticos todo el proceso.


Creo que en este día internacional, en la parte que afecta a las residencias, la reflexión podría ser:  “Sabiendo que no maltratamos, preguntémonos:  ¿Puede ser que algo que hagamos bien pueda ser vivido como un trato inadecuado por parte de los residentes?”.  Esa breve reflexión y los pequeños cambios que generará puede ser el grano de arena de cada residencia en un día pensado precisamente para generar conciencia.

He incorporado el blog en el Directorio de Blogs para llegar a más personas que puedan estar interesadas en los temas que trato aquí.

jueves, 4 de junio de 2015

BLOGUISTA INVITADO: MODESTO MARTINEZ

Hace pocos días una personas que es una institución dentro del sector de la atención a mayores en España me llamó por teléfono y me dijo que hacía un cambio en su vida que le llevaba a dejar el puesto con el que le conocí hace ahora quince años.

Modesto Martínez lleva siendo para mí, desde que empezó este milenio, más o menos cuando yo empezaba a montar Inforesidencias.com,  "el editor de Entre Mayores" esa publicación que desde tierras gallegas y en forma de periódico tradicional ha informado sobre atención a personas mayores.

He hablado con él muchas veces en su papel de editor y cara más visible del periódico por lo que el hecho de que lo deje me ha sorprendido sobre manera.

A pesar de que no me sorprenderá verle reaparecer en el mundo geroasistencial de una forma u otra, he aprovechado su llamada para pedirle una colaboración aquí como bloguista invitado.  Algo que quizás debería haber hecho hace tiempo.

Como buen periodista, no ha tardado mucho en contestarme y aquí os dejo su reflexión.  Gracias Modesto:

En los comienzos de 2001, corríamos buscando oficina, colaboradores, rotativa... en fin, todo lo necesario para editar un periódico especializado en contenidos para personas mayores de 55 años. Entre tanto, muchas fueron las llamadas a las entidades públicas y privadas más representativas del sector para contarles cómo se estaba materializando este proyecto de comunicación. En el número 0 de entremayores –que lanzamos en junio de ese mismo año–, los titulares principales eran “El 54% de la población española superará los 60 años en el año 2050” y “Madrid, sede de la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento”. Con este primer ejemplar debajo del brazo, asistimos al II Congreso Estatal de Personas Mayores que se celebró en Madrid bajo el lema “Una sociedad para todas las edades”. ¡Fue un buen comienzo! Una parte importante del sector estaba allí. Los más importantes representantes del movimiento asociativo y de las políticas sociales discutían temas tan fundamentales y urgentes como: el envejecimiento de la población como fenómeno social; el compromiso de la sociedad respecto a los mayores; o la contribución de los senior a la sociedad. Allí conocí a Alberto Galerón, director general del Imserso, que me comentó que era un proyecto muy interesante porque “echaba de menos un periódico que abarcase los servicios sociales en general”. Yo le respondí que, en mi opinión, el futuro de la comunicación pasa por la especialización, y más concretamente en este sector, por las personas mayores y los profesionales que les atienden.
Modesto Martínez

En su intervención, Oilda Montoya, entonces vicepresidenta segunda del Consejo Estatal, les recordó al ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, y a la secretaria general de Asuntos Sociales, Concepción Dancausa, la necesidad de incrementar la cuantía de la pensiones, ya que el 58% de las mismas no alcanzaban el Salario Mínimo Interprofesional. Creo que fueron muy guerreros y elegantes defendiendo derechos y reclamando mayor autonomía y representación para este Consejo. Algo abrumados, pero con muchísima ilusión, cariño y fuerza, teníamos por delante una labor de titanes: pulir las aristas de esta joya en bruto y consolidar la cabecera. Desde mi despacho, en las oficinas de Vigo, ardía el teléfono. Los principales ejecutores de las políticas sociales en las comunidades autónomas debían conocer esta empresa, y la verdad es que fueron muy receptivos a ella. Nos abrieron las puertas acogiendo esta idea con entusiasmo y poniéndose a nuestra disposición para difundir los programas dirigidos a la población más envejecida que ellos mismos diseñaban. Después de hablar con la totalidad del sector, desde el movimiento asociativo, patronales, empresas, profesionales sociosanitarios, universidades, fundaciones, sociedades científicas y sociales y un largo etcétera, la idea inicial cobró vida.

La edición impresa nacional fue cambiando en contenidos. No eran solo las personas mayores las que teníamos que contemplar como nuestros lectores, sino todo su entorno, es decir, los profesionales que les atienden demandaban también un hueco informativo dentro de Entremayores. Nos pusimos manos a la obra. Nuevas maquetas, rediseño del logo, secciones diferentes y un planteamiento distinto al original, teniendo un referente al que dirigirnos: el conjunto del sector sociosanitario.
Con esta premisa, que encajó perfectamente entre los lectores, continuamos la misma idea en otro soporte con la puesta en marcha de un diario online: www.entremayores.es. La evolución no paraba y ese niño que habíamos parido seguía creciendo sin descanso. La edición impresa pedía muchos más contenidos específicos sobre comunidades autónomas. Pues que así sea. Euskadi, Castilla y León, Galicia y Andalucía crecieron en páginas y se convirtieron en ediciones propias.

Años más tarde, las ideas imparables nos llevaron a reunir al sector en diversas regiones para debatir y aportar diferentes visiones sobre los nuevos modelos de atención a la vejez. Así nacieron los Ateneos Gerontológicos.

Tras echar la mirada atrás de estos 15 años, como socio-fundador y editor-director de este Grupo de Comunicación, quiero transmitir que mi etapa en este proyecto ha llegado a su fin. Ahora dedicaré mi tiempo a explorar nuevos horizontes y proyectos aportando mi experiencia y saber hacer.

Le cedo el testigo a nuestra socia-fundadora, Vanessa Fariñas, que de esta empresa sabe, y mucho, ya que ha contribuido desde los comienzos a que este niño crezca fuerte y sano. Quedan en sus manos proyectos de futuro que se están fraguando, y tengo la seguridad y confianza en que se consolidarán y que nuestros lectores seguirán tomando como referencia estas cabeceras.

Me considero un privilegiado, ya que en este tiempo no le he llamado al trabajo “trabajo”, porque no lo he considerado como tal. He disfrutado todo y más. Me retiro con muy buen sabor de boca. Las personas con las que he tenido la oportunidad de trabajar y colaborar en el sector han sido muy profesionales, honestas y siempre con ánimo de ayudar. Me han transmitido conocimiento, calidez –mucha calidez– , crítica constructiva y... ¡siempre sumando! A todo mi equipo, que ha tenido muchísimo que ver en todo esto, y a vosotros, amigos, quiero agradeceros el tiempo, el cariño y la compresión que me habéis dedicado. Esto no es un adiós, sino un hasta pronto.

martes, 2 de junio de 2015

Una residencia en Edimburgo

Ya llevamos unos cuantos viajes geroasistenciales organizados.  La idea es sencilla: viajar a un país diferente para conocer cómo funciona allí las residencias y los servicios de atención a mayores.

Los asistentes son empresarios, directores y profesionales de residencias y otros servicios para personas mayores.

Empezamos yendo a Suecia (hemos ido ya cinco veces) y ahora ya hemos visitado además, Alemania (2 veces), Austria, Holanda, Suiza y Francia.

La clave para que los viajes salgan bien es encontrar un partner que conozca bien el país y que pueda contactar con residencias e instituciones que resulten interesantes y novedosas para ser visitadas.  Hasta ahora hemos lo hemos encontrado en Astrid Lindstrom, en Tioman&Partners y en la empresa holandesa Transfer.

El último viaje lo hemos organizado con Tioman&Partners y nos ha llevado a visitar tierras escocesas.

Han sido cuatro días interesantes de los que me gustaría explicar ahora  una

En Glasgow tuvimos la ocasión de visitar la residencia Blenham House del grupo Randolph Hill.



El centro lleva funcionando doce años y atiende a sesenta personas en tres plantas.  Cada planta se divide simétricamente en dos unidades que están abiertas y comunidadas entre sí por espacios comunes

Fuimos a la hora de cenar (o sea no muy tarde) y vimos como algunos residentes cenaban en su habitación, otros en los comedores y otros, lo que nos resultó llamativo, en las salitas de estar mientras miraban la televisión.  ¿El motivo?  Nos dijeron que muchas personas en Escocia cenan mirando la televisión por lo que intentan que puedan seguir haciéndolo.

Otra cosa llamativa de la residencia fue la sala de reminiscencia.  Una habitación en la que todo es de los años 50 del siglo XX.  Sin llegar al “extremo reminiscente” que vimos en la residencia Akropolis de Rotterdam, la sala te traslada en el tiempo.  Nos explicaron varios casos en los que las personas mayores con demencia, llevadas a la sala, al cabo de un rato se transforman positivamente.  Dos asistentes al viaje nos explican que en sus residencias en España ya tienen salas de reminiscencia parecidas y adaptadas a su entorno geográfico.  Algo que demuestra que a veces no hay que ir a miles de quilómetros para aprender.n sobre la vida previa familiar, laboral, el que se pide mucha informacinales del centro baseminiscencia parecidas y adaptadas a

La directora nos explica cómo funciona el centro y cómo el documento principal sobre el que trabajan es la historia de vida de la persona.

Desde hace unos años la residencia recibe a personas cada vez más dependientes y necesitados de atención médica.  Así, si hace doce años la media de estancia de un residente en el centro era de cuatro años; ahora es de entre doce y dieciocho meses.  Esto les ha obligado a cambiar la forma de trabajar en muchos sentidos.  Además, el hecho de que cada vez ingresen más personas con demencia avanzada, hace que les sea difícil preguntarles qué desean y cómo desean ser tratados.  Algo a lo que se han tenido que ir adaptando.



Cuando alguien ingresa en la residencia obtienen un informe y una valoración de los servicios sociales; otro del médico de cabecera (general practitioner) y uno elaborado por los profesionales del centro basándose en los datos que aporta la familia.  Disponen de cuatro profesionales cualificados para elaborar los planes de vida.  Para poder sacar el máximo de información útil, utilizan la primera visita que éstos hacen a la residencia y después les piden que rellenen un formulario en el que se pide mucha información sobre la vida previa familiar y laboral; sobre preferencias, gustos, aficiones y otros aspectos de la vida de la persona mayor.


Así, cada residente tiene un expediente muy completo que guardan en administración y un resumen de sólo una página que está colgado en la pared detrás de la puerta del dormitorio y en el que se contiene lo más básico:  “Cómo prefiere que le llames”, “¿Qué es lo que más le gusta y lo que más le disgusta?” y cosas por el estilo.

La directora de la residencia es “mapadora” de la herramienta Dementia Care Mapping (DCM), una técnica que permite valorar muchos aspectos del bienestar de personas con demencia mediante una observación estructurada.  En el grupo de residencias de la que forma parte XXXX son tres los profesionales preparados para poder hacer esas observaciones.  Lo que suelen hacer es ir a “mapear” en las residencias en la que no trabajan normalmente.  Aunque la directora es una ferviente defensora de la técnica y nos explica varios casos en los que ha servido para introducir cambios que han mejorado la vida de las personas, también nos avisa de que uno de los retos más importantes con los que se encuentra es el de conseguir que los cuidadores no se sientan cuestionados o amenazados por el hecho de ser observados y por las observaciones posteriores.


Las actividades del centro se basan en la historia de vida personal y en una especie de “historia de vida social”.  Así, nos explican que muchos de los residentes hombres, en su vida laboral cobraban los viernes en metálico y, antes de volver a sus casas pasaban por el pub a tomar una cerveza.  En consecuencia, una de las actividades programadas del centro es la visita al pub local los viernes para tomar una pinta de cerveza.  Otra actividad programada es la “salida de compras” y el “momento de arreglarse las uñas” que junto  la visita semanal de la peluquera, nos dicen, son de las que más éxito tienen.  También tiene éxito la “salida en autocar”, que en ocasiones consiste en ir a hacer algo algún sitio y en otras, sencillamente subir a un vehículo adaptado y dar una vuelta por Glasgow sin bajar del autocar.  Nos dicen que pasar un rato circulando en un vehículo forma parte de la vida de las personas y que ellos lo disfrutan. De vez en cuando, tienen programada una actividad “one-to-one” (algo así como uno a uno), que consiste en hacer algo en la residencia o fuera de ella que sólo implique a un residente y a una cuidadora; por ejemplo salir de la residencia para ver una obra de teatro que sabemos les gustará; o comer en un restaurante o visitar algún monumento.  Estas actividades one-to-one son únicas y dependen mucho de cada persona y sus circunstancias. La clave, nos explican, es hacer cosas que no parezcan actividades programadas sino “cosas que surgen”.

Otro caso interesante: un residente que suele dormir mal, no quiere irse nunca a la cama, por la mañana está agitado y no desayunaba bien.  Tras trabajar en su historia de vida descubren que durante toda su vida laboral había sido minero de turno de noche, su costumbre era llegar a casa, tomarse una pinta (medio litro) de cerveza y dormir durante la mañana.  En la residencia probaron acostarle más tarde y darle una cerveza en el desayuno.

Hablando de números nos dicen que la residencia acoge a 25 usuarios financiados por la administración y 35 privados.  Esta es la proporción máxima de usuarios financiados que pueden acoger ya que, debido a que el precio que les pagan es inferior del que pueden cobrar de los privados resulta que los privados están financiando parcialmente la estancia de los “públicos”.

En la residencia trabajan 85 personas para atender a los 60 residentes.  La norma es que haya presente un empleado por cada cinco residentes durante el día y 4 personas por la noche (2 enfermeras y dos cuidadoras). Si se cuentan jornadas completas en vez de personas, resulta que tienen unas 70 empleados o lo que equivale a una ratio de más o menos un 1,1.

Sobre los precios que pagan :

Un usuario privado paga 1.114 Libras a la semana mientras un usuario “público” paga 649 Libras.

Esto equivale a 6.200 Euros al mes para las plazas privadas y unas unos 3.700 Euros para las públicas.

Más del 80% de los gastos en que incurre la residencia se corresponden con el personal.


Como siempre, salimos de la residencia con la sensación de que algunas cosas nos sonaban y otras pueden servir de inspiración.

Espero que alguien de los que haya venido al viaje escriba algo más ya que seguro que me dejo algo de esta visita.

Dejo para dentro de unos días tratar sobre otras cosas que hemos visto y resultaron también interesante como la posibilidad de que los farmacéuticos sean prescriptores de medicamentos.