jueves, 22 de diciembre de 2016

¿Tenemos motivos para ser optimistas (viendo cómo están las cosas)?

Acabamos de enviar el boletín NGD Gestión de la Dependencia y en él he publicado una columna de opinión sobre si tenemos o no motivos para ser optimista viendo cómo están las cosas.

Os invito a leerlo y después a volver aquí para decidme lo que os ha parecido.

Aquí tenéis el enlace al texto  que empieza así:

Acabamos el año con una sensación bastante peculiar. Por un lado parece que el crecimiento económico y la paulatina creación de empleo nos ha devuelto algo de optimismo y vamos a tener unas fiestas en las que casi todo el mundo gastará más que el año pasado. Los salarios se incrementan poco, aunque más que la inflación, los bancos vuelven a prestar dinero y el precio de la vivienda vuelve a subir.

Los pesimistas verán en ello el germen de la nueva crisis ya que hemos salido de ésta sin arreglar los problemas de fondo, otros muchos pensarán que a ellos no les ha llegado la mejoría; pero la verdad es que palpando el ambiente se nota de que algo en la economía está cambiando a mejor.
Y aún así la sociedad vive con una sensación de que, en su conjunto, el mundo está empeorando. Ya sea por los recientes atentados que nos hacen sentir inseguros con el terrorismo a la puerta de casa; por el cambio climático y sus lluvias torrenciales; por el aumento de la desigualdad; por la victoria de Trump en Estados Unidos; por las imágenes de los refugiados temblando de frío y hambre...


domingo, 18 de diciembre de 2016

La Generalitat pone otro parche en la "pseudoconcertación"

Si repasamos un poco lo que ha pasado en los últimos tiempos en el sector catalán de las residencias, una de las cosas más llamativas ha sido la ampliación de unas 740 plazas financiadas por la administración que ha permitido que más personas puedan recibir el servicio al que tienen derecho.  Eso es algo que produce alegría y por lo que, en tiempos de penuria presupuestaria, habría que felicitar a los responsables del Departamento de Trabajo (en el que se sitúa la responsabilidad de los servicios sociales).

En cambio en varios posts, he criticado a la administración, no por el hecho de ampliar plazas financiadas en residencias de mayores sino en cómo se han asignado esas plazas a las residencias concretas que deben prestarlas.

https://josepdemarti.blogspot.com.es/2016/10/pseudoconcertacion-express-en-cataluna.html
https://josepdemarti.blogspot.com.es/2016/10/la-generalitat-desmiente-la.html
https://josepdemarti.blogspot.com.es/2016/10/pseudoconcertacion-express-20-ahora.html
https://josepdemarti.blogspot.com.es/2016/10/pseudoconcertacion-express-en-cataluna_27.html

Resumiéndolo mucho:

No me gusta ni me parece ajustado a los principios de transparencia y concurrencia que la Generalitat pueda hacer algo muy parecido a concertar plazas (lo que he llamado "preudoconcertación express") de una forma tan caprichosa y apartada del respeto a los intereses y derechos de los usuarios.

La Generalitat ha "invitado" a las residencias colaboradoras (un sistema llamado a desaparecer por la Ley de Servicios Sociales de Catalunya de 2007) a ofrecer las plazas libres que tuviesen para ocuparlas con personas en lista de espera.   Sólo a las residencias colaboradoras; sólo plazas libres.  Esas residencias tenían que enviar una carta a la Generalitat y ésta tenía que decidir si reunían unos requisitos.

Al final,  dicen, que han conseguido unas 750 plazas pero no han publicado un listado de los admitidos y excluidos por lo que nadie puede reclamar nada.

Encima, el sistema elegido, o sea, que solo se pudiesen ofrecer plazas libres podía tener un efecto perverso sobre los usuarios concretos.  En mis posts planteaba que una residencia colaboradora con ocupación plena pero algunos usuarios ocupando plazas privadas mientras se encontrasen en lista de espera, podían ver como a esos residentes se les obligaría a trasladarse a otra residencia que hubiese obtenido la pseudoconcertación si querían obtener la financiación pública.   O sea que al final la Generalitat conseguía, mediante su pirueta dos cosas:  ayudar al ciudadano dependiente  ofreciéndole una plaza financiada a la que tenía derecho y a la vez, fastidiarle diciendo que tenía que cambiar de residencia no porque fuera necesario sino porque un lío burocrático administrativo que se había inventado la propia Generalitat le obligaba  a ello:   Menudo ejemplo de Atención Centrada en la Persona ¿No?

Pues parece que ahora se han dado cuenta.  Como no hacen público nada no sabemos cuántas personas se han visto a ese "traslado forzoso" pero deben haber sido unas cuantas ya que las residencias colaboradoras han recibido otra carta de la Generalitat en las que les preguntan si precisamente eso ha sucedido.

Lean la carta que reproduzco traducida un poco más abajo.

Como no se puede criticar a alguien cuando se equivoca y cuando corrige, e imbuido de un embriagador espíritu navideño, voy a manifestar alegría por que la Generalitat se haya dado cuenta de que ha causado inconvenientes y molestias innecesarias a los ciudadanos y por que, aunque sea mediante un escrito tan enrevesado, esté intentando corregir.

A ver si siguen corrigiendo y por lo menos publican la lista de las residencias beneficiarias de las primeras 750 plazas.  Si encima se comprometen a utilizar en adelante sistemas más transparentes, fabuloso.

Aprovecho para desear a nuestros queridos gobernantes una Feliz Navidad.



Estimadas y estimados,

El reciente proceso de ampliación de plazas colaboradoras puede haber generado nuevas plazas libres en su centro.

Si su centro se encuentra en esta situación, le rogamos que nos lo haga saber mediante una solicitud, con el siguiente contenido:

.............................., Con DNI ............ como representante de la entidad ................., con CIF .........., titular de la residencia ............. ...., con el código F ......., expongo que el centro que represento dispone de ..... plazas libres y solicito que sean consideradas como plazas colaboradoras.


Estas plazas libres se han generado por los siguientes motivos (marcar los que corresponda)

ð Defunciones (indicar el número)
ð Traslados de centro o a domicilio (indicar el número)
ð Otros (concretar motivo)

(Si las plazas libres se han generado debido a que las primeras personas en lista de espera ya ocupaban plaza privada en su centro y han ocupado las plazas asignadas en la primera fase, también es necesario que lo indique)


............., A ..... de ........ de 2016



Esta petición, con el modelo indicado, es necesario que se envíe firmada y escaneada a la dirección sggr.tsf@gencat.cat, antes del próximo día 23 de diciembre de 2016. Además, se deberá presentar en el Registro más cercano a su domicilio o hacerla llegar por correo ordinario a cualquiera de las sedes del Departamento.

Sólo pueden acogerse a esta medida los centros que actualmente ya tienen plazas en régimen de colaboración. Estas nuevas plazas ampliar, deben estar vacías. Una vez recibida la solicitud, las plazas serán bloqueadas en la web de residencias y los centros podrán empezar a gestionar los ingresos, siguiendo la lista de espera. Serán excluidas de este proceso aquellas entidades con procesos sancionadores en curso o que presenten incumplimientos reiterados de las condiciones materiales y / o de las ratios de personal exigidas en la normativa vigente.

Las nuevas plazas solicitadas deben ser adicionales a las que se habían pedido en la primera fase. Es decir, que si todavía hay alguna plaza adjudicada en la primera fase pendiente de rellenar, no se debe volver a pedir.

En la misma dirección de correo arriba indicada, se resolverán aquellas dudas o cuestiones que puedan surgir.

Reciban un cordial saludo,

jueves, 1 de diciembre de 2016

Se acerca el décimo cumpleaños de la Ley de Dependencia: ¿Felicidades?

A medida que se acerca el uno de Enero de 2017, o sea el décimo aniversario de la entrada en vigor de la Ley de Dependencia, no puedo evitar pensar en cómo han cambiado las cosas en este último decenio y en lo poco que ha influido en ese cambio el nacimiento del “cuarto pilar del Estado de bienestar”.

Pensar en que, mientras se redactaba algunos se empeñaron en que se llamase de “autonomía personal” mientras otros quisieron, fuese como fuese, que diese cobertura a personas con dependencia provocada por problemas de salud mental.  Ambos consiguieron su propósito, entraron en la Ley, para ver lo conseguido convertirse en nada.

Pensar que llevamos diez años escuchando “lo bueno” que ha sido que se aprobase una ley que “reconoce un nuevo derecho de ciudadanía” y la cantidad de personas que han recibido alguna prestación que, sin ley de Dependencia no les hubiese llegado.

Yo llevo años diciendo que si queríamos más personas recibiendo servicios sociales sólo hacía falta haber mejorado el sistema de financiación de las comunidades autónomas y haber dejado que cada una siguiese con su modelo de cobertura.  Supongo que soy demasiado ingenuo.  

Los que de verdad saben cómo deben hacerse las cosas decidieron crear un sistema en el que bajo la gran estatua del “derecho de ciudadanía de la Dependencia para todos y todas” existiese un sistema, en apariencia común, de valoración de la dependencia, acreditación de servicios, copago y asignación de recursos mientras en la realidad continuaban existiendo diecisiete sistemas diferentes (uno por cada comunidad autónoma), con sus burocracias, reglamentaciones y legiones de funcionarios.    La clave estaba en un redactado tan deficiente que permitiese entender una cosa y la contraria y en un gobierno del estado que de ninguna forma fuese a intentar unificar o armonizar nada.

El resultado: un sistema “de papel” y una realidad contradictorios, muchas personas dispuestas a defender el gran avance que ha supuesto la Ley y la tendencia a mirar con extrañeza cuando no desconfianza a quienes decimos que la Ley estaba mal hecha desde el principio.

Escuchar a alguien que defiende la Ley me hace recordar lo que Orwell define como “doble pensamiento” en  su obra maestra, 1984.

Doblepensar significa el poder, la facultad de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente. El intelectual del Partido sabe en qué dirección han de ser alterados sus recuerdos; por tanto, sabe que está trucando la realidad; pero al mismo tiempo se satisface a sí mismo por medio del ejercicio del doblepensar en el sentido de que la realidad no queda violada. Este proceso ha de ser consciente, pues, si no, no se verificaría con la suficiente precisión, pero también tiene que ser inconsciente para que no deje un sentimiento de falsedad y, por tanto, de culpabilidad. El doblepensar está arraigado en el corazón mismo del Ingsoc, ya que el acto esencial del Partido es el empleo del engaño consciente, conservando a la vez la firmeza de propósito que caracteriza a la auténtica honradez.”



Hace cinco años, tras asistir a un congreso de Edad y Vida escribí un post en este blog que se titulaba “No estaba muerta, estaba de parranda (La Ley de Dependencia)”.  En el congreso había escuchado como altos representantes de instituciones y organizaciones de mayores hacían algo que se me antojó bastante curioso:  por un lado se congratulaban de que se hubiese aprobado la ley y consagrado el nuevo derecho  para, acto seguido, denunciar sus defectos, lo mal que se aplicaba y la falta de presupuesto.

Esto es sólo un extracto del post os lo dejo para que vayáis preparando el cumpleaños de la Ley:

Sea cual sea el objetivo de la Ley, en cuatro años se ha pervertido o ha sido sencillamente olvidado. Lo único bueno es que se ha gastado más dinero en dependencia: No como la Ley pretendía hacerlo, pero el dinero se ha gastado y se sigue gastando. Así que muchas personas que antes no recibían prestación hoy la reciben: no como la Ley preveía que la recibiesen, pero la reciben. Da igual que al lado haya otras miles de personas que no reciben lo que la Ley preveía, eso palidece ante lo anterior.


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Si no fuese porque esas miles de prestaciones se han reconocido diríamos que la Ley está muerta, pero, después de escuchar a los representantes de los mayores y al de Edad y Vida sólo nos queda salir cantando: No estaba muerta, estaba de parranda. ¡Gracias Peret! (http://www.youtube.com/watch?v=G9lOlS3eGOs&feature=related)

Sobre la Ley de Dependencia
Libro de Josep de Martí Cómo nos engañaron con la Ley de Dependencia